Neuralink
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Neuralink enfrenta desafíos técnicos, pero logra mejoras significativas en la interfaz cerebro-computadora

Neuralink, la empresa de neuro tecnología fundada por Elon Musk, ha reportado una complicación en el funcionamiento de su innovador chip implantado en el cerebro de un ser humano. Sin embargo, las soluciones aplicadas han resultado en mejoras notables, marcando un avance significativo en la tecnología de interfaces cerebro-computadora.

Noland Arbaugh, primer humano con el chip de Neuralink, experimentó una retracción de varios hilos de conexión semanas después de la inserción del dispositivo. Esta falla afectó la capacidad del chip para capturar datos eficazmente. A pesar de este contratiempo, la empresa aseguró que el implante no representaba un riesgo para la salud de Arbaugh y que la funcionalidad del dispositivo no se vio gravemente comprometida. Para resolver el problema, Neuralink ajustó el dispositivo y sus algoritmos, logrando una sustancial mejora en la tasa de bits por segundo, esencial para la interacción eficiente cerebro-computadora.

Desde la implantación del chip, Arbaugh ha visto una transformación en su día a día. «Es como una sobrecarga de lujo, hace 8 años que no puedo hacer estas cosas y ahora no sé ni por dónde empezar», comentó Arbaugh, comparando su nueva capacidad de controlar dispositivos electrónicos únicamente con su mente a «usar la Fuerza» de Star Wars. Gracias al chip, que incluye más de 1,000 electrodos en 64 hilos en su corteza cerebral, Arbaugh ha podido retomar pasatiempos como el videojuego Civilization 6 y disfrutar de juegos dinámicos como Mario Kart, superando a sus amigos en competencias.

El chip de Neuralink forma parte del Estudio PRIME, que evalúa no solo la seguridad y funcionalidad de esta tecnología sino también su potencial expansión para controlar una variedad de dispositivos como brazos robóticos y sillas de ruedas. El objetivo de Neuralink va más allá de mejorar la interacción digital; busca también ofrecer soluciones a enfermedades neurodegenerativas y trastornos del movimiento como el Parkinson y la epilepsia.

La experiencia de Arbaugh con el chip de Neuralink destaca el potencial de las interfaces cerebro-computadora para transformar radicalmente la calidad de vida de las personas con parálisis.

¿Qué opinas sobre las posibilidades que estas tecnologías abren para el futuro?

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