Motorola Moto razr, nuestras primeras impresiones #CES2020

Corría el año 2005, y Motorola estaba en problemas. Su área de móviles no tenía buenas cifras, pues perdía relevancia en el mercado ante Nokia y BlackBerry. En ese escenario necesitaba un golpe de escena, un llamado de atención que lo hiciera reverdecer laureles. Así irrumpía un nuevo modelo que venía a tomar la herencia del exitoso StarTAC: El razr.

El equipo era todo lo que consideraríamos un teléfono y un accesorio de moda, todo en uno, y el éxito no se hizo esperar pues en los 4 años siguientes todas sus variantes venderían un total de 130 millones de unidades. Motorola era un hit nuevamente, una referencia estética y todos querían apuntar a su segmento.

Pasó el tiempo, los teléfonos crecieron, la linea razr tuvo un par de reencarnaciones con menor éxito y la compañía (y sus competidores más encarnizados) volvió a caer en la irrelevancia. Tras andar de la mano de Google y ahora de Lenovo, hace poco tiempo volvieron a echar mano a esta icónica marca que nos recuerda el momento de gloria del formato Clamshell.

El retorno del rey

El nuevo Moto razr es un teléfono que revive a la clásica almeja con una pantalla plegable de 6.2″ pOLED en proporción 21:9, y está movido por un Snapdragon 710, 6GB de RAM, tiene 128GB de memoria interna, batería de 2510 mAh que promete autonomía para todo el día y carga rápida con un cargador TurboPower de 15W.

Tiene una cámara de 16MP que, al menos en esta primera pasada, no me pareció demasiado definida ni muy bien lograda, pero tampoco lo probé en las mejores condiciones de luz. No es algo que esperemos particularmente de Motorola, aunque igualmente es algo a considerar si lo tuyo depende mucho de la calidad y definición de la cámara. Internamente tiene una cámara de 5MP para selfies.

Incluso plegado es muy delgado, lo que resulta como un codazo en las costillas para su competencia más robusta, y al estar desplegado es realmente un elemento de diseño bellísimo. Dato aparte es que su pantalla no presenta mayores imperfecciones ni bultos cuando está abierta, pues la bisagra estira esa zona para que se vea lo más plana posible.

En la mano se siente muy bien, y citando a alguien acá en el sitio, es un imán de huellas dactilares, pero derrocha elegancia por donde se le mire. La primera impresión que me deja el Moto razr es un lujo, es el futuro, pero un futuro que parece muy familiar y que te hace sentir cómodo, bienvenido. Necesito usarlo más tiempo.

Encontrarse con el Moto razr plegable en CES fue como reencontrarse con un viejo conocido y verlo en su mejor momento… y sentirse contento por verlo así de bien. Míralo en acción en nuestro video.