En un desarrollo revolucionario en el campo de la biónica, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha logrado un avance significativo con piernas prostéticas que prometen una marcha más natural y controlada por el cerebro del usuario. Este innovador enfoque podría transformar la vida de los amputados, ofreciéndoles una movilidad sin precedentes y una integración más profunda con sus prótesis.
El equipo liderado por Hugh Herr, codirector del Centro K. Lisa Yang de Biónica en el MIT, ha desarrollado una cirugía de interfaz mioneural agonista-antagonista (AMI) que permite a los amputados controlar sus prótesis con una precisión asombrosa. La técnica, descrita en la revista Nature Medicine, implica la reconfiguración de los músculos residuales para que puedan enviar y recibir señales más eficazmente del cerebro a la prótesis, permitiendo así un control directo y natural de la marcha.
En un estudio comparativo, los pacientes que se sometieron a la cirugía AMI mostraron una capacidad notable para caminar, subir escaleras y sortear obstáculos de manera fluida y natural, casi a la par con individuos no amputados. «Nadie ha sido capaz de demostrar este nivel de control cerebral que produce una marcha natural», afirma Herr, destacando el papel esencial del sistema nervioso humano en la regulación del movimiento, en lugar de depender de algoritmos robóticos externos.
Mirando hacia el futuro, el objetivo de Herr es integrar completamente las prótesis con el cuerpo humano, haciendo que el dispositivo no solo sea una herramienta, sino una extensión del usuario. «El problema de este enfoque a largo plazo es que el usuario nunca se sentiría encarnado con su prótesis», explicó Herr, subrayando la importancia de una conexión física y funcional directa entre el cerebro humano y las prótesis electromecánicas.
¿Qué opinas sobre el potencial de las prótesis controladas neuronalmente para mejorar la calidad de vida de los amputados?