La capacitación de las educadoras de JUNJI en el programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE) del Ministerio de Ciencia promoverá competencias como la curiosidad, la búsqueda de oportunidades de investigación, la búsqueda de soluciones y el análisis de resultados en los niños.
Los niños son científicos por naturaleza, y a través del juego, la exploración libre y la experimentación pueden conocer, valorar y darle significado a los diversos entornos en los que se desarrollan. Conscientes de este potencial, en 2017 el programa Explora, ahora parte del MinCiencia, creó el modelo de competencias que sirve de base para el Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE). Este programa permite comprender mejor el mundo que rodea a la infancia y ofrece a la educación parvularia una amplia gama de experiencias para los niveles medio y de transición.
En una ceremonia llevada a cabo en el jardín infantil “Nietos de Bello”, la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, y la vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), Daniela Triviño, firmaron un convenio que establece una alianza entre ambas instituciones para continuar con la capacitación del personal de JUNJI en la metodología PIPE. En una primera etapa, se capacitaron a 45 educadoras de párvulos, y el compromiso es alcanzar al menos al 12% de las unidades educativas de JUNJI antes de 2025.
La niñez empoderada a través de la ciencia
Durante la actividad, las autoridades presenciaron un módulo PIPE dirigido por una de las educadoras ya capacitadas y pudieron observar directamente la participación de los niños, sus reacciones y preguntas. Según la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, el acto de ser curioso y tratar de entender el mundo es hacer ciencia. “Abrir el camino para que los niños se sientan como investigadores es una forma de empoderarlos, especialmente a esta edad y en un país donde existen grandes brechas sociales, territoriales y de género”, afirmó.
Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de JUNJI, Daniela Triviño, destacó que el proceso de aprendizaje, especialmente en la primera infancia, ocurre en una constante interacción con el entorno, lo que puede tener un impacto positivo o negativo. “Estudios recientes han demostrado que a los 5 años, las niñas ya se consideran menos inteligentes que los niños de su misma edad. Aquí es donde la educación parvularia desempeña un papel fundamental al ofrecer una educación científica igualitaria, de calidad e inclusiva”, señaló.
Nathalie Grado, directora del Jardín Infantil “Nietos de Bello”, que acoge a los hijos de los estudiantes de la Universidad de Chile, agradeció la iniciativa y expresó su entusiasmo por el programa PIPE. “Estamos encantados con el PIPE, aunque al principio teníamos algunas dudas sobre el tiempo que tomaría capacitarnos, pero cuando vimos los avances quedamos completamente enamorados. ¡Invitamos al resto de la educación parvularia a sumarse a esta iniciativa!”.
El valor de descubrir habilidades científicas desde temprana edad
El programa PIPE es una iniciativa impulsada por el programa Explora de la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia, que busca fortalecer las habilidades científicas en los niveles medio y de transición de la educación parvularia. Alineado con el currículum y basado en un enfoque indagatorio, el programa tiene como objetivo desarrollar en los equipos pedagógicos y en los niños y niñas las competencias necesarias para comprender y conocer el mundo que les rodea.
El programa se fundamenta en el Modelo de Competencias de Explora, el cual consta de siete competencias técnicas que se derivan de la forma en que la comunidad científica construye conocimientos. Estas competencias incluyen actuar con curiosidad, buscar oportunidades de indagación, descubrir alternativas de solución, diseñar un proyecto de investigación, ejecutar el proyecto, analizar resultados y comunicar el trabajo realizado. Además, se suman cuatro competencias genéricas que refuerzan su aplicación y transferencia a situaciones concretas de la vida: aprender para la innovación, aprender del proceso, ejercer el juicio crítico y aprender con otros.
Promoviendo la igualdad y el descubrimiento científico
El programa PIPE ofrece una variedad de experiencias de aprendizaje en diferentes módulos, que abarcan ciencias naturales, ciencias sociales y tecnología. Algunos de estos módulos incluyen “La escuela revoltijo”, “La burbu lavandería”, “El refugio de los plasti-animales”, “¡Vámonos a la punta del cerro!”, “Me río y me río, jugando en el río” y “Como abeja en su colmena”. Además, se cuenta con un cuadernillo introductorio que sirve como guía y una serie de 6 libros con realidad aumentada, los cuales han sido distribuidos en la Región Metropolitana con el objetivo de ampliar su alcance a nivel nacional.
El proceso de aprendizaje en la primera infancia se lleva a cabo a través de la interacción constante con el entorno. Es por ello por lo que la educación parvularia desempeña un papel fundamental al ofrecer una educación científica equitativa, inclusiva y de calidad. Estudios actuales han revelado que a los 5 años, las niñas ya se perciben a sí mismas como menos inteligentes que los niños de su misma edad. Por tanto, es crucial fomentar una educación que promueva la igualdad de género y el empoderamiento desde una edad temprana.
La alianza entre el Ministerio de Ciencia y JUNJI permitirá que más educadoras de JUNJI sean capacitadas en la metodología PIPE, con el objetivo de alcanzar al menos al 12% de las unidades educativas antes de 2025. Esto garantizará que un mayor número de niños y niñas tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades científicas y descubrir el mundo que les rodea a través de la curiosidad y el juego.
¿Que opinas sobre la alianza entre Ministerio de Ciencia y JUNJI para promover habilidades científicas en la educación de niñas y niños desde una edad temprana?
