Una nueva filtración referente a los iPhone a presentarse este año — no el teléfono de menor costo, si no los de septiembre — portarían en su interior una antena 5G fabricada por la propia Apple. La compañía dejaría de lado las fabricadas por Qualcomm.
Es decir, las actuales antenas QTM525 de Qualcomm admitiren «diseños de smartphones 5G de más de 8 milímetros de grosor», según su constructor. Esto representaría unas dimensiones grandes para los de Cupertino. O sea, la organización de Tim Cook nos traería unos teléfonos bien finos… con lo que ello pueda suponer en autonomía, entre otras aristas.
¿Vuelve el ‘antennagate’ en los iPhone?
Quizás no todos lo sepan, o quizás ni lo recuerden, pero años atrás Apple tuvo una experiencia con su propia antena. Fue con el iPhone 4 el cual trajo consigo el caso conocido como antennagate. Básicamente había problemas en la recepción de la señal en esos móviles. De aquel entonces proviene la famosa frase que dice «lo estás sujetando mal».
Entonces, teniendo en cuenta esa mala experiencia, ¿realmente Apple podrá desarrollar su propia antena de manera óptima en tiempo y forma? Por un lado esto no tendría mucho sentido tras lograr hacer las pases con Qualcomm.
No obstante, meses atrás adquirió parte de la división de Intel. En este sentido sí cobra lógica el querer encarar un camino apartado con respecto a Qualcomm.
Las antenas mmWave 5G (de onda milimétrica) envían y reciben señales de frecuencia más altas que las generaciones anteriores. Su construcción es más complicada que otras de su tipo. La fuente allegada agrega que una mínima imperfección implicaría problemas de conexión.
También comentó que el smartphone usará una antena de «matriz en fase» con dos partes que trabajan juntas para formar un haz de señal de radio. El haz se puede dirigir electrónicamente en diferentes direcciones sin que la antena se mueva. El chip del módem y el módulo de antena trabajan en estrecha colaboración para que esto funcione correctamente. Tener las dos partes hechas por diferentes compañías puede introducir cierta incertidumbre y aumentar el nivel de dificultad del diseño general.
Por el momento, ni Apple ni Qualcomm emitieron respuesta alguna. Si la primera lograra independizarse de la segunda en esta área, también evitaría tener que pagar las «altas regalías» que generaron roces entre ambas.
Fuente: Fast Company