Mientras se iba pavimentando el camino para la llegada del nuevo buque insignia de Apple fueron apareciendo muchos rumores, y uno de los más tocados fue el de la pantalla que integraría. Mientras todos pensaban que sería de zafiro terminó siendo usando Gorilla Glass de Corning, pero esos no siempre fueron los planes originales.
En un reportaje realizado por The Wall Street Journal se cuenta la verdadera historia de la relación entre la empresa de Cupertino y GT Advanced Technologies, empresa encargada de la construcción de las pantallas. Según la fuente, Apple habría considerado construir ellos mismos las pantallas pero habrían descartado la idea debido a los altos costos, derivando la responsabilidad a la empresa recién mencionada.
Hasta ahí todo bien, pero las complicaciones comenzaron con las primeras muestras entregadas por GT, las cuales no dejaron conforme a los ejecutivos de Apple. El primer rechazo significó despreciar algo más de 500 cilindros de zafiro que no cumplían con los requisitos impuestos en el contrato.
Luego de no poder cumplir los niveles de producción y precios que exigía Apple, GT Advanced Technologies se declaró en quiebra debido al alto nivel de perdidas que generó este contrato fallido.
Todo esto resultó en un cambio de estrategia de Apple y llevó al iPhone 6 a tener la pantalla que incorpora en su modelo final.
Fuente: The Wall Street Journal