Sin dudas uno de los efectos que menos esperábamos que iba a tener la pandemia es el de no haber semiconductores para los chips que nutren nuestros smartphones y gadgets tecnológicos día a día, pero la situación en vez de mejorar, sigue empeorando.
Según podemos leer en Bloomberg, la situación está tan al límite que ya se estima que las empresas tienen que esperar nada menos que 21 semanas entre que hacen los pedidos de los semiconductores y que realmente los reciban.
También se apunta a la industria automotriz como la más afectada, y es que la misma ya proyecta pérdidas por USD $110 mil millones alrededor del mundo al no poder contar con estos chips a tiempo para sus productos.
La buena noticia es que al menos ya hay indicios de algunos tipos de chips que están con menos retrasos, como lo son los de manejo de energético y los de hardware optoelectrónico, pero los chips análogos siguen con retrasos muy pronunciados.
Así, no tenemos nada más que hacer que esperar para ver cómo evoluciona esto, con la esperanza de que este impasse se solucionará más temprano que tarde.