Siempre existe un favorito en la familia. Quizás lo viviste como hijo, o quizás ahora como padre, pero aunque no sea un tema de conversación en la mesa tras la cena, tú sabes que siempre habrá uno al que le demuestran más cariño dentro de una familia con varios hermanos.
No es que haya que hacer méritos para ser parte del club de los favoritos, sino que ocurre tan disimulada y progresivamente que ya es tarde cuando descubres que lo eres o no lo eres, y no hay nada que lo cambie cuando esto ocurre.
Tras el evento de Apple nos queda claro a qué modelo se le quiere más en la familia.
La primera impresión que nos deja el iPhone 7 Plus es que — definitivamente — Apple se ha encargado de ensalzar el carácter de Plus en este dispositivo al dotarle de una cámara con doble sensor y doble lente, muy a la usanza de lo que hizo previamente Huawei con su P9 y LG con G5, pero dejando a uno de ellos como el lente gran angular convencional para tomar las mismas fotos que harías con un iPhone 7, y el otro como un telefoto que te dará un zoom de 2x óptico realmente bien logrado.
Posterior a eso tienes la opción de regular un zoom digital hasta 10x que no pierde mucha calidad, pero — como todo zoom digital — termina no funcionando satisfactoriamente en condiciones irregulares de luz.
Y por si fuera poco todo lo que Apple le dio a esta cámara que no tiene el iPhone 7, el Plus recibirá a poco andar de su lanzamiento una actualización de software que le dará la capacidad de medir la profundidad de campo en las escenas que capturemos, y así poder otorgarle un desenfoque armónico a lo que definamos. No lo pudimos ver en vivo y sólo vimos muestras, pero esta característica promete.
Por lo demás, el iPhone 7 Plus comparte casi los mismos interiores de su hermano más pequeño, mismo procesador A10 Fusion, el mismo botón home háptico, también deja atrás el conector de audífonos convencional, y resiste el agua tan bien como el 7, pero — nuevamente — el favorito de la familia tiene una batería más grande y una presencia mucho más notoria tanto en el bolsillo como en la mano. No pasa desapercibido cuando lo traes.
Desde su introducción hasta ahora, la variante Plus del iPhone muestra que ese espacio extra que deja la implementación de una pantalla más grande y con más resolución puede ser usado para darle más capacidades. Es por eso que en esta versión tenemos una batería mayor — lo que da un poco más de autonomía — y un estabilizador óptico en la cámara que lo hace siempre una mejor opción en caso de que tomar fotos y videos sea relevante para ti.
Entonces, ¿cómo queda el mapa de la familia iPhone?
Por un lado tienes al iPhone SE y su formato pequeño, conveniente, barato y muy bien equipado. Es una buena compra, sobre todo entre aquellos que nunca quisieron demasiado las versiones de pantalla más grande. Por otro lado está el iPhone 7 Plus, un aparato con pantalla más grande, más batería y — a contar de ahora — una cámara notoriamente mejor que la que vimos implementada en el iPhone intermedio.
Y al medio queda el iPhone 7 como heredero de la pantalla de 4.7 pulgadas de las dos generaciones anteriores convertido en la opción “desde» porque los otros simplemente son muy buenos en su segmento.
Tras el evento no se ve que haya mucha gente asumiendo que lo quiere realmente, pero el mediano de la familia es la opción más balanceada entre precio, prestaciones y tamaño, y por eso se venderá masivamente entre personas que se lo pensarán bastante antes de definir si pagar la diferencia por el Plus vale la pena.
Señoras y señores: Lo vale.
Pero — nuevamente — la cámara, la duración de batería y todas las nuevas prestaciones añadidas este año hacen que el iPhone 7 no luzca tan especial como su hermano Plus aunque en el fondo lo sea. Se nota mucho la diferencia entre uno y otro, y se ve acentuada explícitamente por el aumento de USD $20 en el precio del modelo más grande para este año.
Así las cosas, el iPhone 7 se queda de manos cruzadas viendo cómo su hermano mayor se lleva la atención de las cámaras, de la gente y casi todo lo que la familia ha decidido darle al grande y no al más pequeño.
El favorito, como casi siempre, se quedó con los mejores juguetes. Anda por el Plus.