Menudo golpe sobre la mesa ha dado la Unión Europea (UE), ya que dicho organismo acusa a Google de haber realizado abuso de posición dominante en su motor de búsqueda para priorizar injustamente sus servicios de compra sobre los de sus competidores. Esto es algo que se viene planteando desde 2010, aunque parece que el zarpazo se acaba de dar hoy mismo.
Es decir, el principal servicio al que se hace referencia de la gran G tiene que ver con Google Shopping — del cual ya les habíamos comentado algo hace tiempo –, aunque se están investigando otros más para consideración a futuro.
Por el momento, la multa antimonopolio a la que se enfrenta la compañía de Sundar Pichai asciende al monto de 3.000 millones de euros, lo que equivale a USD $3.400 millones aproximadamente.
Sin embargo, debemos destacar que esto es menor a lo que se proponía en un primer momento. Me explico, al principio se hablaba de que la multa fuera del 10% de los ingresos anuales de la multinacional, lo que se traducía en un valor cercano a los 6.600 millones de euros.
La decisión oficial y final sobre la multa y otras medidas están previstas a llegar tan pronto como el próximo mes, pero el proyecto de ley aún no se ha finalizado, según los informes.
Hasta ahora, ni Google ni la Unión Europea han emitido algún comunicado o respuesta oficial al respecto. Estaremos atento ante cualquier novedad.
En los últimos 6 años hubo tres intento por parte del mayor buscador del mundo para tratar de solventar este inconveniente por otra vía paralela a la judicial. A pesar de ello, las intenciones fueron en vano, por lo cual se cree que la empresa ya no tiene más intención en tratar de remediar esto ha no ser que la Unión Europea cambie de parecer. Y por lo visto, esta última no tiene muchas intenciones de cambiar de opinión.
Esta sanción se da en un tiempo y espacio en el cual la compañía tecnológica tiene otra acusación por parte del mismo organismo, con la salvedad que se trata de una posición de monopolio de su sistema operativo móvil Android.
Como último dato, recalcar que la multa impuesta es un nuevo récord planteado por la UE. Intel tenía este privilegio — si es que así puede decirse — al haber tenido que pagar € 1.100 millones en el año 2009 por considerar que el fabricante de chips había realizado prácticas anticompetitivas. Desde ahora, una nueva entidad roba la posta en este apartado.