El día de ayer, mediante cadena nacional, el Presidente Sebastián Piñera anunciaba con bombos y platillos lo que sería su primer gran proyecto de Modernización y Reforma Tributaria. ¿En qué consiste? Principalmente en reajustar la carga financiera o impuestos por sector.
La reforma considera un sistema tributario más simple e integrado para todas las empresas del país, salvo las Pymes que tendrían menores impuestos. Quizás el punto que más nos importa entre los descritos en el discurso es el impuesto a la economía digital.
Este nuevo impuesto busca equiparar la carga tributaria entre aquellas empresas que venden bienes y/o servicios en forma convencional y aquellas que lo hacen en forma digital.
Lo que propone esta idea es gravar impuestos a plataformas digitales como: Uber, Netflix, Cabify, Airbnb, Spotify, Crunchy Roll, suscripciones a videojuegos, entre otros descritos hace algunos meses por el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cuyos objetivos son nivelar la cancha entre los competidores internacionales y nacionales, y recaudar impuestos para aportar al desarrollo de Chile.
Según describe el Diario Financiaro, el gravamen considerado para las plataformas y servicios digitales (ISD) sería un poco menos que el 19%, y que el agente retenedor de este tributo correspondería a las tarjetas de crédito bancarias con las que se paga, tomando como ejemplo a países como Argentina y Brasil.
También se menciona que se aumentarán los controles aduaneros provenientes de plataformas de compra de Internet como Aliexepress y Amazon. Esto a raíz, de que es común que los vendedores informen valores menores en las facturas de las compras realizadas.
Y por último, como medida de control, se le exigirá a los conductores de Uber y Cabify que realicen una declaración de los ingresos recibidos mediante estas plataforma.
¿Qué opinas de los anuncios sobre los gravámenes digitales y el aumento del control aduanero?
