El telescopio espacial Euclid, diseñado por la Agencia Espacial Europea (ESA), ha dado un importante paso en la comprensión del universo oscuro al revelar su primera imagen de prueba. Equipado con dos instrumentos de observación, el telescopio capturó una porción del espacio en alta resolución, proporcionando una visión prometedora de lo que está por venir en la investigación de la materia oscura.
Un vistazo a un mundo de estrellas
Euclid empleó su lente visible para obtener imágenes de los cuerpos celestes con una nitidez sorprendente, mientras que su cámara de infrarrojo cercano recopiló la cantidad de luz emitida sin interrupciones. La combinación de ambos resultados permitió a los científicos de la ESA crear la primera imagen no oficial. La exposición tomó solo 100 segundos, y lo que se reveló fue un cielo repleto de estrellas con poco espacio entre ellas. Sin embargo, esta es solo una muestra preliminar, ya que cuando el telescopio entre en funcionamiento dentro de unos meses, se espera que las imágenes oficiales sean aún más claras y contengan un mayor número de estrellas y galaxias.
Después de más de 11 años de diseño y desarrollo de Euclid, es emocionante y enormemente emotivo ver estas primeras imágenes. Es aún más increíble cuando pensamos que vemos solo unas pocas galaxias aquí, producidas con un ajuste mínimo del sistema. El Euclid totalmente calibrado finalmente observará miles de millones de galaxias para crear el mapa 3D del cielo más grande jamás visto.
Giuseppe Racca, Gerente del proyecto.
Euclid ha sido diseñado para medir con precisión la posición de las estrellas y la cantidad de luz que emiten. Los ingenieros detrás del proyecto estiman que, gracias a las capacidades de su lente, se podrá mapear con precisión aproximadamente el 40% del universo observable.
Buscar respuestas en el universo oscuro y más allá
El proyecto de la ESA tiene como objetivo abordar uno de los mayores enigmas de la cosmología actual: el universo oscuro. Según los modelos de expansión universal aceptados, debe existir una forma de materia que no es detectable en el espectro electromagnético pero que es responsable del movimiento de las galaxias. Del mismo modo, se infiere la existencia de energía oscura que está involucrada en la formación de una superestructura estelar.
Euclid analizará el ritmo de expansión cósmica a través del estudio de una pequeña muestra de cúmulos observables. El entendimiento de la materia oscura y su contraparte energética definirá si el destino del universo será un gran desgarro (Big Rip), donde todo se convertirá en partículas subatómicas que no podrán volver a unirse, o si la materia se contraerá hasta que todo se condense en un punto (Big Crunch).
Las propiedades ópticas de Euclid no se limitarán al estudio del universo oscuro. La ESA ha anunciado que trabajará en colaboración con otros telescopios, como el James Webb, para investigar asteroides, planetas y estrellas de manera individual.
¿Será Euclid la clave para desentrañar los misterios del universo oscuro y revelar el destino final del cosmos?