Una de las características más aplaudidas del nuevo Galaxy S7 fue volver a incluir la resistencia al agua la cual había sido descartada en su versión anterior. Claramente es un tema que se agradece bastante, ya que nunca estamos seguros de los accidentes a los que estamos expuestos con nuestros queridos smartphones.
El Galaxy S7 cuenta con certificación IP68, la cual permite sumergir el teléfono sin filtración alguna hasta 30 minutos a 1 metro de profundidad, entregando la confianza de que tu teléfono estará a salvo, sin desperfectos, y mucho menos dañar el puerto USB para su carga.
Es así como algunos usuarios que han adquirido el dispositivo con anterioridad — bastante afortunados, para ser sincera — han realizado una seria de pruebas respecto a su resistencia al agua, una de ellas ha sido exponer el teléfono al contacto con el agua, y luego dejarlo por 4 horas esperando que se seque, luego de ese transcurso de tiempo al momento de querer cargarlo vía USB, éste te envía un mensaje diciendo que aún no está preparado para su carga, ya que sigue húmedo. Por lo que debes esperar hasta que el puerto se encuentre totalmente seco para su uso.
Pero si no puedes esperar, y necesitas urgentemente cargar tu Galaxy S7, puedes hacer uso total de su cargador inalámbrico, él que no tendrá problema alguno con hacer su trabajo al momento de una carga luego de un día de lluvia, o inmersión. El nuevo buque insignia de la compañía surcoreana parece ser bastante inteligente, y a diferencia de nosotros sabe que agua y electricidad no van de la mano en absoluto. Un amigo más en nuestras vidas ante nuestra desesperación de vivir sin batería.
Lo que veo es una excelente propuesta y preocupación por parte de Samsung. Ya que el tema de la resistencia al agua y su carga, han sido bastante polémicos respecto a otros equipos, que no han podido enfrentar adecuadamente el problema.
