Imagen vía Flickr (Kārlis Dambrāns)

El fiscal general de Trump pide a Apple que desbloquee dos iPhone

¿Déjà vu? Corría el año 2016 y el gobierno de los Estados Unidos había pedido ayuda a Apple para desbloquear el iPhone de un tirador en San Bernardino. A final de cuentas, la compañía liderada por Tim Cook no ofreció ningún hack para vulnerar y acceder a ese teléfono. Y ahora, años después, parece que presenciamos un hecho similar.

Todo comenzó la semana pasada cuando el FBI solicitó a la organización evadir el cifrado de dos iPhone implicados en un nuevo tiroteo, en una base naval de Pensacola en diciembre de 2019. Pero, como era de esperarse por varios, Apple se negó a generar una puerta trasera (backdoor).

Ahora piden ayuda desde la Casa Blanca para desbloquear los iPhone

Es así como William Barr, procurador general de Donald Trump, es quien salió a pedir la ayuda de la empresa de la manzana mascada. Agregó que la misma no ha brindado “asistencia sustantiva” para desbloquear los equipos.

Uno de los smartphones implicados pertenecería al autor del hecho, mientras que el otro está dañado. Barr dijo que el FBI pudo reparar los teléfonos, pero afirmó que están “diseñados para que sea prácticamente imposible desbloquear sin la contraseña”. Llamó tanto a Apple como a otras compañías tecnológicas para “ayudarnos a encontrar una solución para que podamos proteger mejor la vida de los estadounidenses y prevenir futuros ataques”.

Sin embargo, previamente Apple ratificó haber brindado su apoyo. Un representante declaró lo siguiente:

“Tenemos el mayor respeto por la aplicación de la ley y siempre hemos trabajado cooperativamente para ayudar en sus investigaciones. Cuando el FBI nos solicitó información relacionada con este caso hace un mes, les dimos todos los datos que tenemos en nuestro poder y continuaremos apoyándolos con los datos que tenemos disponibles”.

Una cosa es dar apoyo y otra realizar el rompimiento del encriptado en sí. Veremos cómo sigue esta novela. Parece que quedan muchos capítulos por delante…

Fuente: The Verge