Este martes, un grupo de consumidores estadounidenses presentó una demanda colectiva contra Apple y Samsung. Específicamente, acusando a ambas compañías de vender equipos que emiten radiaciones peligrosas para la salud.
La demanda, revelada por el medio Chicago Tribune, asegura que los teléfonos de ambas marcas emiten hasta 500% más radiación que el límite determinado por Estados Unidos.
De acuerdo al documento, la radio frecuencia de modelos como el iPhone 8, iPhone X y el Samsung Galaxy S8 «superan con creces las pautas federales». Esto significaría una serie de peligros, según la demanda, como «mayor riesgo de cáncer, estrés celular (…) daños genéticos, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos», entre otros.
¿En qué se basa la demanda a Apple y Samsung?
Este límite de radiación es determinado por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), en base a pruebas de tasa de absorción específica de teléfonos. Un valor que se mide en vatios de energía absorbida por kilogramo de tejido corporal.
De esta manera, actualmente ningún teléfono en Estados Unidos puede exceder los 1.6 w / kg, y debe ubicarse al menos a 2mm del usuario. Una cifra que aumenta a los 2 w / kg en el caso de Europa.
Según las agrupaciones detrás de la demanda contra Apple y Samsung, estos niveles no sólo no se cumplen sino que además están desactualizados, ya que se elaboraron en 1997 y se basan en una medida de prueba realizada sobre un soldados de 100 kilos de peso.
Esto significaría, de acuerdo a los demandantes, que los valores para los modelos de teléfonos estadounidenses no serían seguros, por ejemplo, para niños. En especial, teniendo en cuenta que los menores pueden absorber hasta 150% más ondas que los adultos.
Cabe recordar que hasta el momento ninguna organización de salud pública ha vinculado el uso de smartphones con enfermedades graves como el cáncer. No obstante, durante los últimos años, este tema ha sido objeto de estudio recurrente y existen varias investigaciones especializadas al respecto.
