Un robot patrullero, conocido como RT-G, ha comenzado a operar en las calles de China, combinando tecnología avanzada y diseño innovador. Este dispositivo ha capturado la atención de usuarios en redes sociales por su similitud con los droides rodantes de Star Wars, especialmente los droidekas de La amenaza fantasma. Diseñado por la empresa Logon Technology, el RT-G no solo destaca por su aspecto único, sino también por sus capacidades tecnológicas.
El RT-G tiene una estructura esférica que le permite desplazarse rápidamente por diversos entornos, alcanzando velocidades de hasta 35 kilómetros por hora. Su diseño similar a un neumático también lo hace apto para moverse sobre el agua, ampliando su rango operativo. Además, el robot ha sido construido para resistir impactos de alta intensidad, soportando golpes de varias toneladas, según reportes de medios especializados.
En el ámbito de la seguridad, el RT-G está equipado con armamento no letal, como pistolas de red, gas lacrimógeno y granadas. Estas herramientas refuerzan su papel en tareas policiales, brindando un soporte adicional a los agentes humanos.
Una de las características más destacadas del RT-G es su capacidad de reconocimiento facial, impulsada por inteligencia artificial avanzada. Este sistema permite identificar a sospechosos en tiempo real, optimizando las labores de vigilancia y prevención del delito. Aunque inicialmente el robot fue visto como un proyecto demostrativo, ya se encuentra operando junto a las fuerzas de seguridad en entornos urbanos.
El despliegue del RT-G plantea interrogantes sobre su evolución y posible adopción en otros países. Mientras tanto, su introducción en China marca un paso significativo en el uso de robots para labores policiales, demostrando cómo la tecnología puede integrarse en actividades de seguridad pública.
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