Chile avanza en el puente digital que lo unirá con Asia Pacífico

Hace un año les contábamos de la idea de proyecto de puente digital entre China y Chile, mediante un trazado de fibra óptica submarina de más de 20 mil kilómetros. Con esta iniciativa, Subtel buscaba –y sigue buscando– que Chile sea la puerta digital de entrada en América Latina.

Por ese entonces, Subtel expresaba la necesidad de una conectividad directa con Asia Pacífico, en función de las excelente relaciones internacionales y comerciales con China y, de igual modo, manifiesta que permitiría mejorar la velocidad de procesos relacionados con IoT:

… Este proceso ayudaría a mejorar las velocidades de conexión como también los precios entre los planes de internet en nuestro país, por lo que además en unos años más, según lo que se calcula, aumentaría el consumo de datos móviles al doble de lo que tenemos hoy, por lo mismo, la inminente llegada del 5G a nuestro país, sería más rápida y con una mejor infraestructura para esta nueva tecnología

Hoy, según describe Pulso/La Tercera, la idea ya comienza a tomar más forma. De los tres primeros posibles trazados, quedan solo dos, con una pequeña modificación, se abre la opción de la conexión directa con Japón.

La imagen describe los dos posibles trazados. El primero de ellos, en colo púrpura, uniría a Tokio y Japón con Chile, pasando por Australia, Nueva Zelanda, Isla de Pascua e Isla Juan Fernández hasta Valparaíso. En cambio el trazado azul, se diferencia, en que en vez de unir con Japón lo haría con Shangai, China.

El primer trazado (púrpura) tendría un total de 24 mil kilómetros con un costo total aproximado de 600 millones de dólares; en cambio, el trazado azul con 22.880 km de fibra submarina, costaría 500 millones de billetes estadounidenses. Según la misma fuente, Chile se encuentra en la búsqueda de aliados estratégicos para formar consorcios con otros países que le permitan financiar este proyecto. Esta idea va de la mano con incluir alianzas público-privadas.

En el intertanto,  Subtel se encuentra realizando estudios de prefactibilidad económica y de demanda, en conjunto y con el apoyo del  Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), y el Banco Interamericano de Desarrollo.