BOE, uno de los principales fabricantes chinos de pantallas, está intensificando sus esfuerzos para volver a posicionarse como proveedor clave de paneles OLED para Apple. Con una capacidad de producción anual de hasta 100 millones de unidades exclusivamente destinadas a la compañía de Cupertino, BOE busca competir directamente con líderes como Samsung Display y LG Display, actuales dominadores de la cadena de suministro del iPhone. La empresa ha desplegado 26 líneas de producción —11 de ellas ya operativas y 3 en desarrollo—, optimizando el ensamblaje de cada panel a apenas 5,5 segundos por unidad.

A pesar de estas cifras ambiciosas, la relación entre BOE y Apple ha sido compleja. En 2022, la firma fue sorprendida alterando especificaciones sin consentimiento, lo que afectó gravemente su participación en pedidos posteriores. Incluso su intento por entrar al segmento de pantallas OLED para iPad fracasó. Sin embargo, BOE proyecta enviar 45 millones de paneles a Apple durante 2025, la mayoría en el segundo semestre, como parte de una nueva apuesta por integrarse en el suministro del futuro iPhone 17. Aún así, su éxito dependerá de cumplir con los rigurosos estándares de calidad que Apple exige a sus socios más confiables.