Corría el año 2015 cuando Apple anunciaba el iPhone 6S, dispositivo que –dentro de sus novedades– integraba 3D Touch. Esta tecnología (para quien no la conozca) permite a la pantalla sentir distintos niveles de presión, pudiendo accionar una u otra opción dependiendo de cuanta «fuerza» le pongamos a nuestro dedo.
El resto de los fabricantes de teléfonos –que en su mayoría utilizan Android– nunca se interesaron mucho por incluir esta característica. Eso sí, Google está trabajando en su propia versión nativa de ello en la próxima versión de su sistema operativo.
La evidencia aparece en la segunda beta de Android Q, donde el código muestra una función llamada Deep Press, la cual se describe como:
El flujo de eventos actual representa al usuario que presiona más fuerte intencionalmente en la pantalla. Este tipo de clasificación debe utilizarse para acelerar el comportamiento de la pulsación larga.
Los chicos de Android Police plantean la teoría de que esta función incluso podría ser utilizada sin la necesidad de hardware especial para ello, dado que el software podría ser capaz de reconocer el volumen de la superficie que estamos aplicando en la pantalla.
Si bien no hay nada de esto confirmado por Google ni funciones visibles en la actual versión beta, podríamos ver algo en el futuro cercano o algún anuncio relacionado en el Google I/O de este año, que tendrá lugar en California entre el 6 y el 9 de mayo.