Samsung sigue en el ojo del huracán debido a sus problemas con sus equipos, y esta vez no hablamos de un Galaxy Note 7 ni de un S7 Edge, si no de un Galaxy J5 (2016), el cual explotó en Europa.
La propietaria del teléfono, Lamya Bouyirdane, declaró que el domingo que recién pasó su hijo estaba usando el teléfono, a lo cual ella respondió que s elo devolviera, luego de tomarlo, la propietaria sintió que el teléfono estaba muy caliente. Segundos después, el teléfono comenzó a inflarse por la parte trasera hasta que comenzó a salir humo del interior para después incendiarse.
Bouyirdane soltó el teléfono inmediatamente y el incendio fue apagado por sus familiares. Para suerte de la persona, nadie resultó dañado, solo el teléfono. Cabe destacar que el teléfono había sido comprado en Junio de este año, por lo que podría tratarse tan sólo de un caso aislado, el cual no deja de ser grave y que deja a Samsung una vez más preocupado por la calidad de fabricación de sus teléfonos.
