En una entrevista del equipo editorial de Tabulado con Agustín Aden, gerente general de Motorola Mobility Chile, realizada en el contexto del lanzamiento del Moto Razr 60, se abordaron los principales desafíos y aprendizajes de su primer año liderando la operación local. En la entrevista se destaca cómo la marca ha ajustado su estrategia para consolidarse en uno de los mercados más exigentes de la región.
Entre los temas abordados en la entrevista, destacan:
- Las claves detrás del crecimiento sostenido de Motorola en Chile.
- La evolución del portafolio con foco en diseño, rendimiento y experiencia de uso.
- El rol estratégico que ha tomado el mercado chileno dentro de la región.
- La importancia de la alianza con Falabella en la estrategia de retail.
- Cómo la coherencia en diseño ha transformado la percepción de marca.

¿Qué factores explican el crecimiento de Motorola en el mercado chileno, según Agustín Aden?
Los factores que explican el crecimiento de Motorola en el mercado chileno están ligados a una ejecución coordinada en todos los frentes del negocio. Desde producto y precio hasta presencia en medios y retail, la compañía ha trabajado con foco en entregar una experiencia coherente al consumidor.
El portafolio tuvo un punto de inflexión con el Moto G100, que permitió subir en diseño, rendimiento y posicionamiento. Desde este punto, cada nueva generación suma atributos claves para consolidar una experiencia de uso fluida y percibida positivamente por los usuarios.
El diseño dejó de ser un accesorio para convertirse en un eje estratégico. A través de la alianza con Pantone, Motorola definió una identidad visual clara que se refleja en materiales, colores y una experiencia coherente, incluso en la gama media.
¿Por qué Chile se ha vuelto un mercado clave para Motorola?
Chile se posiciona hoy como un mercado clave dentro de la región por su dinamismo, exigencia, perfil de consumidor informado y por la propia penetración de dispositivos gama alta en el mercado.
En la entrevista, Aden destaca que, en virtud de lo anterior, ha llevado a Motorola a otorgar mayor autonomía a su operación local en decisiones clave como lanzamientos, campañas y enfoque comercial.
La capacidad de respuesta del equipo en Chile ha permitido ejecutar con agilidad, aprovechar oportunidades y elevar la percepción de marca en corto tiempo. Esta evolución ha sido reconocida desde la región como un caso destacado dentro de la compañía.
La alianza con el retail también jugó un rol clave, al facilitar una estrategia omnicanal que permitió visibilizar el portafolio en múltiples plataformas. Esta coordinación mejoró el posicionamiento de los modelos premium y fortaleció la presencia de la marca en el país.
¿Cómo el diseño pasó a ser el eje de la propuesta de valor?
La estrategia de diseño adoptada por Motorola generó un cambio directo en la forma en que los usuarios perciben sus dispositivos. La compañía entendió que las especificaciones técnicas, como procesador o memoria RAM, se han convertido en un commodity: ya no marcan diferencia si no están integradas a una experiencia coherente; además, Motorola ha sabido escoger el hardware que corresponde para cada una de sus líneas de producto.
En ese contexto, el diseño dejó de ser un atributo aislado para convertirse en un eje estratégico. Cada aspecto del equipo —forma, materiales, texturas y color— fue pensado para generar una conexión real con el usuario. La experiencia empieza desde el primer contacto, no cuando se enciende el equipo.
La alianza con Pantone fue clave para consolidar esta visión. Más allá de aplicar un color de tendencia, el trabajo conjunto permitió definir qué representa ese color, qué sensaciones genera y cómo debe sentirse físicamente el equipo en la mano para entregar una experiencia coherente.
Esta mirada también se aplicó en la gama media, asegurando que el diseño funcione como hilo conductor en todo el portafolio. El resultado es una mayor identificación con la marca y una percepción más clara de su propuesta, basada en consistencia, funcionalidad y sentido estético.