Las diferencias entre las principales configuraciones de doble cámara

La doble cámara es una tendencia que se ha ido expandiendo bastante en el mercado de la fotografía móvil, y es que en la constante búsqueda de acercar la calidad de los teléfonos a la de una DSLR convencional, la doble cámara ha sido, por ahora, la solución que mejor ha permitido ampliar las capacidades fotográficas del mismo a pesar del tamaño.

Los principales fabricantes se han apoyado en tres modelos distintos de configuración, cada una con sus ventajas y desventajas, las cuales aquí, en la presente guía, les explicaré. Sin nada más que agregar, comencemos:

Configuración Monocromática

Este es el modelo que principalmente vemos en los dispositivos de Huawei, especialmente en la gama alta, como en el P10 Plus o en el Mate 10 Pro, aunque también hay otros fabricantes que lo utilizan.

Esta configuración consiste en el uso de un sensor secundario que solo captura luz, no color, por lo que la imagen resultante es en blanco y negro. Obviamente que aquí el principal es quien se encarga de capturar una foto común y silvestre a color.

Lo bueno de contar con un segundo sensor de este tipo, es que se pueden conseguir imágenes con mayor detalle y un rango dinámico ligeramente mejor, esto gracias a que como no se centra en capturar los colores, permite la obtención de mayores detalles. Además, otra de las ventajas que trae es la calidad fotográfica que uno puede conseguir con una foto en monocromático, y antes de que se pregunten, no, no es lo mismo que aplicarle un filtro BnW a una foto a color, pues como dije, se pueden obtener imágenes bien detalladas e iluminadas.

Eso sí, el principal problema que tiene es que no es tan versátil como las otras dos, y a pesar de que Huawei ofrece una suerte de zoom digital sin pérdida de calidad, ésta no se ve tan bien como sí lo hace un teléfono que cuenta con un teleobjetivo incorporado.

Este es, sin duda alguna, la mejor configuración de doble cámara para aquellos que son más «artísticos» para sus fotos.

Modelo con Teleobjetivo 

Esta es probablemente la configuración más utilizada entre los fabricantes, esto gracias a la gran versatilidad que ofrece. Aquí tenemos dos sensores con diferentes distancias focales, siendo el primero el que viene con la que estamos usualmente acostumbrados (aproximadamente 24 mm), mientras que el segundo sensor viene con un objetivo equivalente a un zoom de dos aumentos, es decir, casi un 50 mm.

Aquí claramente la ventaja está en que tendremos la posibilidad de hacer un zoom óptico en vez de uno dígital, o sea, que el aumento que estamos realizando es a través de un lente, y no mediante el típico proceso de acercar la imagen a través de software, la cual sólo genera una pérdida de calidad de la imagen.

No obstante, el principal problema que enfrenta esta configuración es que no es muy eficiente en entornos de baja luz o nocturnos. Esto se debe a que usualmente los objetivos secundarios vienen con una apertura más cerrada en comparación al principal, por lo que se requiere la utilización de un ISO más alto, resultando en imágenes con mucho grano o muy suaves.

Configuración con Gran Angular

Esta es otra de las preferidas por los fabricantes y usuarios, siendo LG con su familia G una de las más populares con este tipo de cámaras. Nos encontramos con prácticamente lo mismo que en el modelo con Teleobjetivo: dos sensores, una con la distancia focal, y otra con un lente equivalente a un gran angular (aproximadamente 12 mm, o un campo de visión de 120°).

Lo mejor de esta configuración es que podemos encuadrar en una misma toma una mayor cantidad de cosas que con nuestra visión o con una distancia focal mayor no podríamos. Lo mismo aplica para cuando queremos conseguir mejores fotos panorámicas, o también cuando queremos capturar la totalidad de un edificio, etcétera.

Eso sí, esta configuración peca prácticamente de la misma manera que su contraparte de teleobjetivo: las fotos nocturnas no son muy buenas. Además, las distorsiones generadas por el lente no siempre funcionan bien en una foto, lo que requiere un poco de trabajo en post-producción en caso de querer corregirlo.

El modo retrato

Además de las funciones anteriormente descritas, el segundo sensor por lo general también es la razón de la existencia del modo retrato en los teléfonos, ya que estos ayudan a calcular la profundidad de campo para poder generar el efecto bokeh a través de software.

Como podemos ver, estas tres configuraciones de doble cámara tienen sus claras ventajas y desventajas. Ninguna es mejor o peor que otra (a menos de que, claro, nos pongamos a comparar la ejecución final de cada uno de los fabricantes), pero lo cierto es que cada una se adapta al estilo y necesidad de cada fotógrafo.

¿Aún no estás decidido? Entonces lo mejor será probar y comparar en terreno cada una de estas configuraciones para ver cual es la que te resulta mejor.

 

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