Y finalmente llegó el día. Tras un masivo lanzamiento en Barcelona, pudimos probar el nuevo G6 de LG. Luego de probarlo por unos minutos, estoy en condiciones de contarles que me pareció este nuevo dispositivo.
La premisa de incorporar una pantalla de 5.7 pulgadas en un teléfono abordable con una mano parecía algo complicada sin caer en diseños extravagantes, pero debo decir que LG lo logró a la perfección. El G6 es estéticamente hermoso, sobrio y a la vez da el toque justo de innovación. Tenerlo en la mano es realmente muy cómodo, sin necesidad de recurrir a la otra mano, salvo en casos excepcionales.
La nueva interfaz de LG es, sobretodo, eso: nueva. Personalmente creo que es un punto a favor, ya que resulta más agradable a la vista que sus versiones anteriores, además de algo más intuitivo. Eso sí, ahora no hay cajón de aplicaciones, y eso no me termina de convencer.
El Snapdragon 821 parece, a primera vista, suficiente. El equipo fluye como se espera de un gama alta este año, pero no es nada que no hayamos visto en otros dispositivos. La experiencia general es buena.
Este equipo me parece algo más sobrio y maduro que el G5. Sinceramente parece la evolución lógica de lo que traía esta línea detrás. Es lo que el G5 siempre debió ser, pero ahora actualizado al 2017.
A estas alturas es difícil evaluar la cámara o la batería, pero el G6 me deja un muy buen gusto en este primer encuentro. Me parece que LG hizo los cambios correctos, ni más ni menos. Todo el resto de los detalles los tendremos una vez que tengamos nuestra unidad final para realizar el análisis al cual ustedes ya están acostumbrados.