PatagoniaIP ha anunciado el cierre definitivo del nodo inalámbrico ubicado en el Volcán Osorno, tras casi una década de operaciones. Este paso marca un hito en sus esfuerzos por reducir la huella de carbono, optimizando costos y minimizando el impacto ambiental. El nodo, que dependía de generadores eléctricos, ha dejado de funcionar, lo que reduce los costos operativos en combustible, equipos y traslados a las instalaciones.
El nodo inalámbrico en el Volcán Osorno proporcionó conectividad a más de 300 familias rurales. Sin embargo, con los avances tecnológicos, PatagoniaIP ha migrado a estos usuarios a una infraestructura de fibra óptica. Los últimos en beneficiarse de esta transición fueron los vecinos de Quenuir y Puerto Godoy, quienes se conectaron a la fibra óptica en mayo.
Este logro conecta por primera vez ambos extremos de la región, desde la cordillera hasta la costa. PatagoniaIP también ofrece servicios en las comunas de Cochamó y Hualaihué en la Cordillera de los Andes, demostrando que la conectividad en sectores apartados es posible.
Claudio Armijo, director de operaciones de PatagoniaIP, explicó que el nodo en el refugio Tesky del Volcán Osorno inicialmente se abastecía de una línea eléctrica pública, desactivada hace más de cuatro años, obligando a la empresa a usar generadores, con costos significativos en combustible, equipos y mano de obra.
A pesar de los desafíos, PatagoniaIP mantuvo el nodo operativo para servir a Quenuir mediante un enlace inalámbrico de más de 105 kilómetros. Sin embargo, esta operación resultaba en pérdidas mensuales significativas y un considerable impacto ambiental.
Hace dos años y medio, PatagoniaIP inició el tendido de fibra troncal en la región de Los Lagos. El proyecto para Quenuir, el último en entrar en operaciones, buscaba proporcionar conectividad de alta velocidad a la localidad y áreas aledañas. La empresa continuará habilitando nuevas conexiones de fibra óptica en los próximos meses.