Verán, yo nací en los 90′, y una de mis memorias más tempranas incluyen, entre otras cosas, una Super Nintendo (SNES) y algunos juegos, y entre ellos está Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars. Es uno de los juegos que me enseñó a hablar inglés, –no había versión en español en esos tiempos–, y fue mi primer RPG.
Hoy, 27 años más tarde, Nintendo ha lanzado Super Mario RPG de nuevo, esta vez en formato remake. Y por unas cuantas horas, ha logrado transportarme a momentos que creí que solamente estaban en el fondo de mi memoria.
Fidelidad al 100%
Apenas encendemos el juego, nos encontramos con la misma historia de siempre. Peach es secuestrada por Bowser, y nos encontramos en su castillo intentando derrotarlo. Pero es ahí donde terminan las similitudes con los juegos de Mario que conocemos.
Del cielo cae una espada gigante llamada Exor quien reclama el castillo de Bowser como propiedad de la Smithy Gang –o Fraguo en español–. Desde ahí, el paradigma cambia completamente, pues nuestro enemigo también será otro.
Sin embargo, a pesar de que podríamos pensar que el par de décadas que han pasado han mitigado un poco la sensación de un juego completamente distinto a lo que acostumbramos en las series de plataformas de Mario, eso no ocurre.
Podemos saltar como siempre, pero ahora tenemos libertad de movimiento en más dimensiones. Podemos comprar objetos, armaduras y armas. Y lo mejor de todo, podemos tomarnos el tiempo que queramos explorando todos los pueblos.
Al poco tiempo de encontrarnos con Mallow, recordamos por qué es que esta tierna nube se ganó nuestros corazones en 1997, por qué muchos alucinan con Geno, un enviado de la vía de las estrellas que sirve a una autoridad superior.
Podría hablar horas de la implicancia de escribir un buen juego, pues esta es una de las fortalezas más grandes que tiene Super Mario RPG. El juego nunca se toma demasiado en serio, y logra su cometido a cabalidad con un ritmo que nunca se siente demasiado lento.
Yoko Shimomura, tal como la primera vez y para siempre
Musicalmente, Mario RPG es uno de los juegos que más canciones icónicas tiene en la librería de la Super Nintendo. Estamos hablando de más de una docena de tonadas que pueden sonar por horas sin aburrir. Y en el remake, las cosas no cambian para nada.
Yoko Shimomura nuevamente es la encargada de los aspectos musicales del juego, y su trabajo es simplemente fenomenal nuevamente. A pesar del miedo que tenía acerca de una versión actualizada en un principio, las nuevas canciones, con sus nuevas cualidades, logran encantar a quien quiera que juegue este juego.
Beware the Forest’s Mushrooms con el paso del tiempo se convirtió en uno de los símbolos más imponentes de la música en videojuegos. Y su versión remake es, por escándalo, de lo mejor que hemos escuchado en años.
La adición de instrumentos en vivo es una de las mejores características que tiene la música del juego a su favor. Estamos hablando de más de 30 canciones originales. Algunas pueden gustar más o menos, pero la dirección musical de Super Mario RPG es, otra vez, una señal de que el juego está hecho con mucho, pero mucho amor.
Añadidos que suman en vez de restar
Otro de los añadidos importantes del juego está en las nuevas características de combate. Y en ese sentido, el juego no hace más que seguir siendo disfrutable para quien lo juegue. Estamos hablando de un juego que nunca fue difícil. Pero que nunca fue esa su consigna.
He de admitir que fui un escéptico cuando recién se anunció el remake, pues un ataque triple especial no sonaba como algo que iba a apreciar. Lo mismo cuando vi que al hacer un ataque coordinado podíamos dañar a todos los enemigos de una vez.
Pero el juego sabe implementar estos añadidos de buena manera, nunca sintiéndose demasiado injustos. Sí, el remake es más fácil aún que el original. Pero no son pocas las instancias en las que un jugador promedio puede sentir en riesgo su partida.
27 años después, emocionante como el primer día
Algunas de mis memorias más tempranas y felices incluyen títulos como Yoshi’s Island, Megaman X, el juego del Rey León o Kirby Super Star. Pero en la lista de juegos que recuerdo con más cariño, bien arriba, allí está Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars.
No han pasado pocos años. Y el paso del tiempo no es en vano. Hoy las cosas –para mí–, son absolutamente distintas a como lo eran hace 20 años. Pero por un momento, Nintendo dio con la tecla precisa en la nostalgia.
Esa nostalgia que está inmiscuida en nuestros cerebros, y que es absolutamente personal. Aquella nostalgia que solamente nosotros sabemos está ahí. Y solamente con jugar un par de minutos a Super Mario RPG supe que este es mi juego del año.
Super Mario RPG logra transportarme a tiempos distintos, a tiempos donde quizás todo era más simple. Donde las preocupaciones eran distintas. Pero con solo ver a Geno, Mallow, Croco, Exor, Yaridovich, Birdo, Valentina, Johny Jones o los Axem Rangers, una parte de mí logró transportarse a un lugar feliz.
Aquel lugar donde experimenté por primera vez la emoción de un RPG ya no existe del modo que alguna vez lo hizo. Pero ese lugar, donde las cosas eran distintas, aún vive en mis recuerdos. Y Super Mario RPG, logró, por unas horas, transportarme donde nunca creí que un juego me iba a llevar.
Hay gente que quizás creció jugando The Legend of Zelda, o algún juego de Mario en 2D. Y para ellos, este año hay opciones muy buenas en Nintendo Switch. Cada una mejor que la anterior, y quizás objetivamente mejores que este remake, en un 2023 cargado de títulos sensacionales en la consola. Pero para mí, ese lugar feliz, está este año en Super Mario RPG.
Los detalles del juego van a estar en el review. Pero por ahora, me voy a dedicar a disfrutar de uno de los juegos que más quise en el mundo. Un juego que –para mí–, es mi juego del año.