Imagen vía pixabay.com (magann)

Científicos advierten los problemas que podría ocasionarse con una geotormenta en Chile

Para fin de año se aguarda la llegada de una nueva geotormenta en Chile. Así lo pronostican científicos expertos en física, satélites y redes eléctricas de la Universidad de Chile. Este suceso ya ocurrió con anterioridad en 1989 y 2003.

Una geotormenta también es llamada como tormenta geomagnética. Son perturbaciones ocasionadas por la interacción entre el campo magnético de la tierra y el plasma magnetizado radiado por el sol, el cual emite importantes cantidades de energía desde la magnetosfera hacia nuestro planeta.

Aunque no parezca, es algo más común de lo que muchos pueden. Sus efectos son diversos y varían según la ocasión. Algunas veces abarcan pequeñas interferencias en los dispositivos electrónicos, pero otras hasta se genera un colapso en las redes eléctricas. Ergo, ello puede desencadenar en falla en la conexión de nuestros celulares.

En otras palabras, a día de hoy se conocen las causas. Sin embargo, predecir su momento exacto e intensidad es algo complejo.

Problemas de una geotormenta

Marcos Díaz Quezada es académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas encargado del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria de la Universidad de Chile (SPEL). Díaz hace hincapié en lo impredecible del daño de una geotormenta:

Si llega una partícula o demasiada energía en una onda electromagnética, lo que tiende a pasar es que cambia el estado de algún bit en el procesador o en la memoria, y eso puede hacer que nosotros nos equivoquemos (…) Pero si llega en un lugar de la memoria donde hay información que es crítica para el funcionamiento del satélite o la operación de algún instrumento, puede que perdamos toda la misión.

Un sistema que puede ser muy afectado por ello es el GPS. Al respecto, Díaz señala la dependencia de los satélites de otros países. El investigador agrega:

Los GPS son más difíciles y más lentos de manufacturar, por lo tanto, llegar a la red de 26 o 27 satélites que usualmente orbitan la Tierra puede tomar varios años, si es que no décadas, en restablecer completamente el GPS.

Rodrigo Moreno, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile e Investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), destaca que estos eventos climáticos «inducen corrientes sobre la Tierra, y estas corrientes inducidas pueden sobrecargar el sistema eléctrico».

No obstante, Moreno añade el dato de la existencia de medidas para enfrentar sus problemas. Un ejemplo es la instalación de redes para reducir las corrientes inducidas geomagnéticamente. De todas formas, Moreno indica que este no es un método fiable del todo. Así, se abre pie para un debate acerca de nuestra capacidad de resiliencia energética. Él comenta:

Este fenómeno abre el debate, una vez más, de qué tan resiliente es el sistema. La resiliencia es un concepto más moderno y mucho más amplio que la seguridad de suministro y la confiabilidad del suministro, que es lo que típicamente se procura garantizar. Porque la resiliencia no solamente tiene que ver con la robustez inicial de la red, sino que también con la habilidad que tiene esta red para recuperarse de forma ágil.

Indicativo

Paula Reyes y Pablo Moya son investigadores del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Ambos analizaron la relación entre los ciclos solares y la frecuencia de las geotormentas.

Para su estudio utilizaron el “índice DST de Kioto” (DST). Se valieron de datos recopilados en un período de estudio de 62 años. Lograron identificar ciertos patrones para presagiar si un ciclo solar determinado podría desencadenarse en una geotormenta. Moya explica:

El índice DST siempre es negativo, porque por un asunto técnico siempre va a ser negativo. Se mide en Nanotesla, que es la una en mil millonésimas de una Tesla, unidad con la que se mide los campos magnéticos. Si va entre cero o hasta -50 en unidades de Nanotesla se dice que estamos en tiempos normales, pero si baja de -50 y se hace más negativo ya se puede hablar de tormenta.

Con su estudio reconocieron el ciclo solar 25, es el en cual nos encontramos en la actualidad. Y todo apunta a que su intensidad será mayor que el último ya sucedido. Como consecuencia, Paula Reyes estima interferencia en muchos dispositivos electrónicos.

Fuente: El Mostrador

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