Una de las formas más comunes para aumentar el rendimiento del procesador es la técnica del overclocking. La cual nos permite aumentar la frecuencia del procesador (velocidad) a cambio de un aumento en el voltaje y la temperatura de trabajo. Elementos que si no controlamos adecuadamente significan la pérdida de la estabilidad y el acortamiento de la vida útil del procesador, ya sea de Intel, AMD u otros.
Pues bien, en el año 2018 Intel adquirió la empresa Granulate, una compañía dedicada a la optimización de software. Al año siguiente ambas empresas ya estaban colaborando y han estado trabajando en el desarrollo de soluciones para esta materia.
Sin embargo, durante la conferencia VisiON el gigante Intel mostró avances concretos del trabajo junto a Granulate, mostrando una herramienta de optimización. Dicha herramienta es gProfiler la cual está destinada a Data Centers, y su misión principal es analizar y saber dónde hay problemas de rendimiento, para luego realizar optimizaciones.
Según datos de la compañía, la optimización de software en cargas de trabajo de Java o Ruby, han llevado a reducir hasta en un 30% el uso de la CPU sin cambiar nada de código. Esto permite reducir la carga de trabajo, reducir el consumo de energía y, por supuesto, los costos.
Incluso, los procesadores Intel Xeon Scalable de tercera generación, podrían mejorar hasta en un 40% el uso del procesador, gracias a la herramienta de optimización gProfiler.
Por el momento esta tecnología está dedicada sólo al segmento empresarial y equipos con carga de trabajo avanzadas. De todos modos, no debería extrañarnos que esta solución pueda llegar algún día a otros usuarios finales.
¿Qué te parece la optimización realizada por gProfiler?
Fuente: Intel VisiON