En 1969 fue llevada a cabo la misión Apollo 11, liderada por el comandante Neil Armstrong, que pasó a la historia como la primera vez en el que un ser humano puso un pié en el satélite natural de la Tierra: la Luna.
Este año se cumple el aniversario número 50 de esta misión, y siendo más específicos, el 20 de julio se recuerda el alunizaje del Eagle en la superficie lunar. Es por este motivo que fuimos invitados por Entel a conocer la Estación Longovilo y su particular historia que tiene con respecto a este hito.
Longovilo y la transmisión oficial del alunizaje
La historia de esta estación se remonta a 1968. De acuerdo a Guillermo Cifuentes, experto satelital de Entel, el aquel entonces Presidente Eduardo Frei Montalva fue quien inauguró este telepuerto ubicado cerca de la comuna de San Pedro, Región Metropolitana, el cual contaba con una antena parabólica de 30 metros, convenientemente llamada Longovilo 1, y fue la primera de su tipo en Latinoamérica.
Este recinto significó un gran hito a nivel de telecomunicaciones para el país, pues permitía conectar vía satélite las zonas más alejadas del territorio nacional, como Punta Arenas o Villa O’Higgins, en una época en donde no era fácil masificar las telecomunicaciones, y mucho menos en nuestro país, el cual ya de por sí era difícil de «conectar» debido a nuestra ubicación geográfica.
Al año siguiente se llevaría a cabo la misión Apollo 11, la cual contaba con una peculiaridad que para la época fue bastante revolucionaria: se iba a transmitir en vivo por televisión. Para poder concretar esto, se dispusieron algunos satélites cuya función iba a ser la de redistribuir la transmisión oficial al resto del mundo. Lamentablemente, el satélite que le correspondía a Chile y al resto de LatAm falló.
Sin embargo, los ingenieros a cargo de la estación tuvieron una brillante idea: redirigir la antena Longovilo 1 hacia el satélite que volaba sobre el Océano Pacífico para así colgarse de la transmisión oficial que llegaba hacia los Estados Unidos. Quien tuvo la palabra final sobre esta decisión fue el mismo Presidente Frei Montalva, quien autorizó el movimiento.
Con esto, Chile pudo ser uno de los pocos países del mundo — y el único en Latinoamérica — que vivió el alunizaje de Armstrong y compañía en vivo y en directo. Por supuesto que la decisión de cambiar la posición de la antena tuvo sus consecuencias: se debieron suspender todo tipo de llamadas a larga distancia durante el momento de la transmisión, ya que ese era la principal función de la antena durante la época.
Longovilo en la actualidad
Mauricio Acuña, supervisor de la Estación Longovilo, nos comenta que en la actualidad el sitio cuenta con alrededor de 8 antenas parabólicas de gran tamaño y otra veintena más de menor tamaño, las cuales funcionan principalmente para decodificar todo tipo de señales digitales.
Las antenas grandes, por otro lado, tienen usos variados. Todavía cumplen la función de mantener conectados vía satélite los sitios más extremos del país, así como también Rapa Nui, pero hay veces que tienen tareas más complejas, como la de tener que redirigir un satélite en órbita, en caso de que se les sea solicitado.
Cabe destacar que de las 8 antenas grandes, solo 7 se encuentran activas. Longovilo 1 está «jubilada», pero según Acuña, es posible que ésta pueda ser puesta de nuevo en operación si es que algún cliente lo solicita. Esta tarea llevaría un poco más de un mes para dejarla funcionando al 100% nuevamente.
Por supuesto que ya no es el único telepuerto de la región — Perú, Argentina y Brasil también cuentan con uno –, pero sí es uno de los más antiguos del mundo incluso. Es por esto que, sin duda alguna, es un lugar bastante interesante de por sí, por la historia que tiene detrás, por la anécdota con la transmisión del alunizaje, y también, por las funciones que cumple hoy por hoy en las telecomunicaciones del país.
Si quieres saber más sobre la historia de Longovilo y la transmisión del alunizaje, te recomendamos ver este sitio que Entel preparó con motivo del aniversario de la misión lunar.
