Hace un par de años, les contábamos sobre la presentación de Guacolda. La nueva supercomputadora que llegó al NLHPC (Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento) de la Universidad de Chile y que complementa a Leftrarú. Si te perdiste aquel acontecimiento de la supercomputación, puedes revivirlo a continuación.
No obstante, hoy es un día importante para la supercomputación en Chile, ya que 44 instituciones. Compuestas por 39 universidades, 4 centros de investigación y la ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo), han firmado un convenio para la creación del Laboratorio Nacional de Supercomputación. La idea de este acuerdo es buscar que la supercomputación en Chile sea más competitiva a nivel regional.
Desde el NLHPC tenían hace tiempo la idea de crear una institucionalidad amplia que brinde servicios de supercómputo al país. A raíz de lo anterior, conversaron con actores relevantes, como el exministro de Ciencia Andrés Couve (cuando todavía estaba en sus funciones) y el actual ministro Flavio Salazar.
Algunos ejemplos aplicados de la supercomputación
El trabajo que realiza Guacolda-Leftrarú es impresionante, ya que a lo largo de la pandemia la supercomputadora ha trabajado para ayudar a secuenciar las variantes del COVID-19 que circulan por nuestro país. Al igual que otras labores como ejecutar simulaciones que permitan predecir los contagios en el país en relación con las medidas sanitarias que se van adoptando.
El MOP es una de las tantas instituciones que utiliza Guacolda-Leftrarú. Ellos aplican simulaciones para saber cómo va a responder la infraestructura costera ante fenómenos oceánicos, meteorológicos o desastres naturales.
En este sentido, Jaime San Martín, director científico del NLHPC señala que:
Un supercomputador puede hacer en sólo tres meses la simulación climática de 25 años, cosa que a un computador normal le tomaría más de 500 años.
Por otra parte, Ginés Guerrero, director ejecutivo del NLHPC indica lo siguiente:
La supercomputación es cada vez más necesaria y un requerimiento creciente no solo para la investigación científica, sino también para el Estado y la competitividad de la industria.
Renovar un supercomputador no es fácil, ya que aproximadamente tiene un costo cercano a USD $5 millones. Por eso también se busca aumentar la inversión de recursos y conseguir un financiamiento permanente por parte del Estado. La idea es mejorar las capacidades de supercómputo nacionales, asegurar la renovación periódica cada cinco años y continuar creciendo.
Así mismo, Ginés Guerrero agrega:
Actualmente tenemos lista de espera para el uso de Guacolda-Leftrarú porque ha habido una necesidad creciente para realizar simulaciones, cálculos y experimentos en áreas como la astronomía, la medicina, la nanotecnología, el estudio del cambio climático, entre otras.
Si bien Guacolda-Leftrarú está lejos de estar en el top 500 de supercomputadoras del mundo, Brasil tiene seis en la lista. Argentina acaba de anunciar la inversión de USD $5 millones y nosotros vamos a renovar (en el NLHPC) con uno de mil millones de pesos, aproximadamente USD $1 millón, aclara Guerrero.
¿Conocías las supercomputadoras que están en nuestro país?
